Ayer me puse por primera vez un par de zapatillas, osea que estaban nuevas. POR FAVOR! Creo que hacía bastante no sufría tanto. Fue horrible. Me dolían mucho los pies. Por eso este post está dedicado a quienes, como yo, sufren del dolor de pies del calzado nuevo.
Me levanté (la hora no tiene relevancia, sólo va a hacer que me odien) me puse un jean y una remera y las miré y decidí ponérmelas. Sí, las zapatillas nuevas que no me había probado en el local porque "ya se que soy 5 1/2, ¿para qué me las voy a probar?". No, no me quedan chicas pero son muy parecidas (en forma) a las Converse Linen hi, con las cuales tuve exactamente el mismo problema. Son zapatillas que necesitan agrandarse, después de un par de días de usarlas son cómodas y hasta cuasi perfectas diría yo! Pero no llevaba "un par de días de usarlas" entonces fueron horrible y asquerosamente dolorosas. No podía ni caminar. A la tarde cuando llegué al trabajo me tuve que sacar las zapatillas y quedarme descalza toda la tarde. Cuando llegó la hora de irme y me tuve que poner las zapatillas no fue tan malo, el problema fue cuando llegué a la esquina y me di cuenta de que NO PODÍA CAMINAR, literalmente, estaba apoyando los pies con muchísimo dolor pero no podía doblarlos, parecía que estaba pisando huevos. Para colmo tuve que pasar por los chinos a comprar galletitas porque de ahí me tenía que ir a ver La Venganza Será Terrible con unos amigos y ellos llevaban mate entonces yo las galletitas. Jamás me costó tanto encontrar algo en un chino. Después, las dos cuadras hasta la parada del colectivo fueron insoportables.
En cuanto llegó el bondi fui feliz, porque me podía sentar, pero cuando tuve que bajarme no tanto porque llovía y tenía que cruzar la calle Corrientes y me dolían los pies. Entré a la primera cafetería que vi, me senté, pedí un café con leche con 3 medialunas y, sí señores...me saqué las zapatillas. Soy la más chonga del mundo pero no me importa, no había nadie en la cafetería, sólo unas chinas que estaban de turistas y no las iba a volver a ver nunca en la vida, por lo que no me importó qué piensen.
Enseguida le pedí a mi amiga que cuando venga me compre un paquete de curitas porque sabía que sino no iba a poder llegar al teatro que estaba a menos de media cuadras. Sí, así de fuerte era el dolor.
Obviamente cuando llegamos al teatro me volví a descalzar. No me importaba nada. Pasé una velada genial con la compañía de mis amigos viendo a Dolina, fue muuuy divertido. El problema mayor vino cuando terminó el programa y había que volver a ponerse las zapatillas, pero no me importó porque le iba a pedir a Gillespi que me firme Gillerama y estaba feliz y no me importaba otra cosa. Me sentí bastante cómoda con mis zapatillas incluso hasta llegar al colectivo, por lo cual pensé que ya se habían amoldado y estaba todo más que bien. Pero no, porque cuando me bajé del colectivo y tuve que caminar esa media cuadra que separa la parada del colectivo con la casa de mi abuela. Volvía a pisar huevos y cuando terminé de cruzar Cabildo TUVE que desacomodarme las zapatillas y camina cual si fueran chancletas. Gracias a Dios eran las 3 de la mañana y no había nadie que me viera...y si había no me importó.


Espero que jamás les pase :)